jueves, 18 de abril de 2013

Como FREÍR correctamente


Utilizar, siempre que se pueda, aceite limpio y sin reutilizar.  Si es de oliva, mejor!
Si usas muchas veces el aceite, crea en la grasa elementos nocivos para la salud.


No sumergir los alimentos en el aceite hasta que éste se encuentre caliente a punto.
Si el aceite está demasiado frío, los alimentos se empaparán hasta su centro en él y no quedarían crujientes.
La inmersión en el aceite muy caliente crea una costrita externa que evita que el aceite penetre hacia el interior y que el vapor de agua salga al exterior, con lo que quedan crujientes y jugosos.

Un truco muy usado por nuestras abuelas para saber si la temperatura del aceite que vamos a utilizar para freír sea la adecuada, es introducir un pedacito de pan. 
Dependiendo de si se queda en el fondo o sube, podemos calcular aproximadamente a que temperatura se encuentra el aceite.
Si se queda en el fondo: Si el pedacito de pan se queda en el fondo y no sube, la temperatura del aceite se encuentra alrededor de los 150º C. Temperatura baja para freír.

Si sube despacio: Si el pan sube a la superficie lentamente, se encuentra cerca de los 165ºC y es ideal para freír verduras.
Si sube rápidamente: Si el pan sube con rapidez a la superficie, el aceite tiene una temperatura de 175º C y es una temperatura correcta para freír todo tipo de alimentos.

Introducir siempre los alimentos lo más secos posible.

Cuando tengamos grandes cantidades de alimentos a freír, NO echar muchos a la vez.
Esto provocará la rápida caída de la temperatura del aceite y la inadecuada fritura.

Siempre que sea posible, los alimentos deben quedar completamente sumergidos en el aceite durante su fritura.

Determinados alimentos ricos en agua, como los pescados, deben ser recubiertos de una película de harina y, si se quiere, huevo y pan rallado; si no, el vapor de agua ocasionaría que no se pudieran dorar y freír adecuadamente. Como norma general, determinados alimentos como el pescadito, croquetas o patatas fritas (cuando queremos que éstas sean crujientes), deben freírse a temperaturas próximas a 180º C. Otros alimentos con mayor contenido acuoso (verduras, pimientos, pescados enharinados, rebozados o empanados) deben freírse a una temperatura ligeramente menos elevada (alrededor de 160º C). Temperaturas más bajas deben emplearse para determinados alimentos que por su grosor tardarán más tiempo en cocinarse o que requieren de una fritura más lenta, éstos se cocinarán a 140º C.


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